Más de treinta palestinos asesinados por Israel en dos días
(Fuente: Prensa Latina de Cuba, 3 de octubre, 2006)
El ejército israelí lanzó una nueva embestida contra la Autonomía Palestina con saldo hasta hoy de una treintena de muertos, cuando todavía las llamas de la invasión del 28 de junio pasado permanecen encendidas.
En horas de la madrugada del 1 de noviembre fuerzas de infantería, acompañadas por blindados y la aviación, arremetieron contra la localidad de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza, zona límite con el vecino Egipto.
El inminente ataque -anunciado incluso días después del retiro de los cientos de soldados y equipos que penetraron en Gaza como parte de la operación Lluvias de verano- fue más evidente a finales de octubre con el visto bueno de mandos militares y del gobierno.
Las declaraciones del primer ministro israelí, Enud Olmert, ante la Comisión de Seguridad y Exteriores del parlamento el 30 de octubre confirmó la anunciada guerra.
El jefe del Gabinete afirmó que se estudiaba la posibilidad de realizar una nueva acción de gran envergadura contra la autonomía en los próximos días, sin que ello constituya, dijo, reocupar la región.
Los pretextos que utiliza Tel Aviv para lanzar su pesado arsenal contra el pueblo palestino no difieren de argumentos ya manidos en anteriores ocasiones.
La ofensiva, nombrada Nubes de otoño, tiene el propósito de contrarrestar el contrabando de armas y municiones, destruir los túneles e impedir que la resistencia lance cohetes de fabricación casera contra su territorio, dicen los israelíes.
Nadie niega que la escalada tenga como misión también encontrar al soldado israelí capturado el 25 de junio, desde entonces detenido en algún lugar de la autonomía, y que fuera el pretexto para la invasión anterior.
Durante varias semanas del verano las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) convirtieron en un verdadero infierno la Franja de Gaza, con ataques sistemáticos por aire, mar y tierra que dejaron más de 200 palestinos muertos y decenas de heridos.
Sin contar las destrucciones de la infraestructura civil que abarcó escuelas, hospitales, ministerios, puentes, carreteras y la única planta de generación que dejó sin electricidad a alrededor de 800 mil personas.
No hay que olvidar que la intensificación de los bombardeos coincidió con el boicot financiero de ayuda directa de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) al gobierno encabezado por Hamas, al cual se sumó Tel Aviv con la suspensión de sus compromisos de pagos aduaneros.
La medida, que ya abarca ocho meses, originó una crisis humanitaria y de capital que paralizó los principales servicios de la población y la economía, incluido el pago de sueldos a 165 mil empleados públicos, muchos de los cuales aún no cobraron sus haberes.
En reiteradas ocasiones la ONU y organizaciones internacionales de los derechos humanos denunciaron la situación de asedio, que dejó sin alimentos y medicinas a cientos de miles de palestinos.
Numerosos observadores coinciden en que el principal problema del gabinete israelí es el gobierno del Movimiento de Resistencia Islámica, que pese a todas las presiones externas y contradicciones internas se mantiene firme y no cede en sus principios.
Hamas niega acceder a los pedidos del Cuarteto para el Medio Oriente -Estados Unidos, UE, la ONU y Rusia- que exige a la organización que reconozca al Estado israelí, abandone la lucha armada y deponga las armas.
El primer ministro palestino, Ismail Haniye, afirma que admitir esos reclamos va en contra del pueblo palestino.
Esa postura es la que ha impedido, hasta ahora, una definición en las negociaciones entre Haniye y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, para la conformación de un gobierno de unidad nacional.
Las conversaciones llegaron al punto de que el mismo mandatario anunciara la creación inminente del futuro gabinete.
Después de varias semanas de roto el diálogo tanto representantes de Hamas como de Al Fatah, las principales agrupaciones palestinas, han sostenido esporádicos encuentros que al decir de un mediador las conversaciones están en un momento decisivo.
Este jueves el legislador Mustafá al Barghouti aseguró que en los próximos días puede crearse el gobierno de unidad.
En ese contexto, se auguran también resultados palpables en las negociaciones que tienen lugar en Egipto para intercambiar el soldado israelí capturado por más de mil presos palestinos en cárceles de Tel Aviv, según fuentes de la ANP.
A tenor de los últimos acontecimientos todo parece indicar que la nueva escalada de las FDI está más bien dirigida a entorpecer ambos procesos, que ponen a Israel en una posición incómoda, y que como es de suponer, molestan.
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