Israel impide a los palestinos llegar a sus lugares de culto

El que los palestinos puedan celebrar sus festividades religiosas, del mismo modo en que lo pueden hacer los israelíes, no es algo que le agrade al Estado sionista. Desde que Jerusalén fue ocupada en 1967, los lugares santos del Islam como la Mezquita de Omar y la Mezquita de Al Aqsa, han quedado restringidas para los palestinos de manera temporal, dependiendo de la voluntad de los ocupantes.

Jerusalén se ha transformado en un sueño para los palestinos, un sueño inalcanzable mientras exista un Estado que no tiene ningún tipo de consideración hacia la libertad de las personas y menos hacia la libertad de prácticas culturales y religiosas de los palestinos.

Esta mañana, de hecho, cientos de palestinos del sur de Cisjordania fueron dispersados hoy por la fuerza por la Policía israelí cuando trataban de cruzar a Jerusalén para los rezos del segundo viernes del mes de ramadán.[1]

Los palestinos fueron bloqueados por las fuerzas de seguridad israelíes a la salida de Belén, y fueron dispersados con granadas de estruendo, según testigos.[2]Desde que comenzó la Intifada hace seis años Israel prohíbe la entrada de palestinos a su territorio y restringe el acceso a Jerusalén también durante los períodos de fiesta por temor a disturbios en la Explanada de la Mezquitas. Sin embargo, los colonos sionistas que viven en Hebrón de manera ilegal son protegidos por los soldados israelíes y asisten a los lugares de culto aún cuando ello signifique un cierre de las mezquitas palestinas, como de hecho ocurre en estos momentos en la Tumba de los patriarcas en esa ciudad. Este es un buen ejemplo de la inconsistencia del discurso israelí, puesto que a comienzos de los noventa, un colono sionista llamado Baruj Goldstein asesinó a sangre fría a más de 60 palestinos que rezaban. Hasta el día de hoy no se han tomado medidas restrictivas hacia los colonos fundamentalistas, sino por el contrario, Israel seccionó la Mezquita de Ibrahim y dejó un espacio de ella para convertirla en sinagoga, aumentando más los roces entre palestinos musulmanes y judíos extremistas, siendo estos últimos los únicos que cuentan con la protección del ejército para ir a orar.

Fuentes policiales informaron este jueves de que la entrada hoy al lugar sagrado para el Islam estaba permitida únicamente para mayores de 45 años residentes bien en Israel o en Jerusalén Este.[3]

[1] Agencia EFE, 6 de octubre, 2006.
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.