La impunidad de Israel para matar
(Por Rosa Villacastín para Siglo XXI de España, 9 de noviembre, 2006)
¿Qué tendrá que ocurrir para que de una vez por todas las Naciones Unidas, los grandes mandatarios del mundo, le paren los pies a Israel? ¿Cuánta gente inocente tendrá qué morir antes de que alguien con autoridad -Blair, Chirac, Zapatero, Merkel, por ejemplo-, tenga la valentía y la honradez de decir ¡basta ya! a los israelíes? ¿Cómo es posible que un ejército moderno se dedique tan impunemente a la caza -si, si a la caza-, de niños, mujeres y ancianos, sin que nadie les diga, ¡se acabó! y sin obligarles a sentarse en una mesa de negociación si no quieren que se les expulse de todos los organismos internacionales? ¿Cómo puede matar tan impunemente un pueblo que ha vivido el terrible holocausto?
Ya sé que son preguntas inútiles que nos hacemos la gente de bien, a las que nadie va a contestar porque quienes podrían hacerlo están en otra cosa, solucionando, dicen ellos, problemas de mayor enjundia. Y lo peor es que este panorama no va a cambiar por más que los americanos hayan infringido un duro castigo electoral al actual Gobierno.
Y no va a cambiar porque el lobby judío en los Estados Unidos es poderosísimo, y ningún político - ni demócrata ni republicano-, osaría criticarles, pues de hacerlo dejarían de recibir los dólares y el apoyo que reciben para pelear por la Casa Blanca e incluso para mantenerse en ella cuando se alzan con el poder.Hace unos días viendo por televisión cómo mataban a dos mujeres que corrían despavoridas por las inexistentes calles de Gaza, no pude por menos que vomitar. Ha leído bien, vomité todo lo que no había vomitado en mi vida. ¿Por qué?, porque las mataron como los cazadores furtivos matan a los conejos, disparando sin piedad desde un tanque, porque según dijeron eran escudos humanos que protegían a los de Hamas.
Y los soldados que se encontraban en esos tanques lo hicieron sabiendo que les estaban grabando, que los periodistas presentes en la zona, lo contarían a todo el mundo, y que esas imágenes se verían hasta en los últimos confines de la tierra.¿Alguien cree qué les preocupó? Ni mucho menos, más bien al contrario. Siguieron disparando, unas veces desde los tanques, otras desde un montículo cercano con armas tan precisas que podrían matar una mosca, lo que originó la muerte de una familia que se encontraba reunida en su casa, y de cuyos miembros no ha quedado ni el apuntador.
Y cómo única explicación, que en esa casa podía estar escondido el número dos de Hamas, ... Pregunto ¿y en caso de que hubiera estado escondido allí, eso les permite al ejercito israelí matarle, así, sin más, como se mata a un animal, y sin que un tribunal le juzgue?A veces creo que nos hemos vuelto locos, que dependiendo de quién sea el asesino se le juzga con diferente vara de medir.
Ya sé que habrá quién diga que Israel es un país democrático, mientras que en Palestina han votado a un grupo terrorista. ¿Y qué esperaban?. Porque la única diferencia que veo entre unos y otros es que Israel dispara sus misiles mientras a sus mandatarios no se les descompone un solo músculo de la cara, y los otros lo hacen a lo bestia, inmolándose en cualquier plaza, en cualquier café de Jerusalén.
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