Tuesday, November 07, 2006

Mahmoud Darwish: ''Israel tiene miedo de la paz''

(Fuente: El Corresponsal de Medio Oriente y África)


El poeta palestino sostiene que los israelíes tienen una obsesión con la seguridad debida a dos clases de miedos: uno, legítimo y comprensible, ya que lo han sufrido por causa de los europeos y otro relacionado con lo que han hecho con los palestinos. "Pero estamos dispuestos a olvidar y perdonar si nos restituyen algunos derechos. El odio y el rencor no son eternos si la víctima obtiene una indemnización. Israel sólo tienen que decidir."


Por Geraldina Colotti

Un premio internacional, gigantografìas por todos lados, el marco refinado del centro histórico y una suite en el hotel Sole. Aquila acoge así a Mahmoud Darwish, extraordinaria voz de la poesía palestina, integrante del comité ejecutivo de la OLP hasta 1993, fundador de la revista Karmel, en Ramallah, donde vive actualmente.Llega con Chirine Hadjar, impecable intérprete libanesa, capaz de restituir el grito y la razón, tensión lírica y tensión ética del autor de Mural.
- Usted tenía siete años cuando su pueblo fue atacado por los israelíes. Huyó al Líbano, donde vivió exiliado. Y cantó los periplos de Beirut en un poema espléndido que se encuentra en la antología palestina publicada por Manifestolibri (editorial de Il Manifesto. N. de la T.) . Sin embargo, este verano, cuando nuestro diario lo contactó por teléfono, usted no quiso hablar sobre la nueva agonía de Beirut agredido por Israel. ¿Por qué?
- Yo estaba acosado por los medios, que esperaban del poeta respuestas que sólo los políticos podían dar. Sé que ésa no era la intención de Il Manifesto; les doy mis excusas tardías, pero quise sustraerme a aquel circo. Hoy quisiera preguntarles a los que me llamaban desde Europa "desorientados" por la nueva guerra de agresión: ¿dónde está la inteligencia de Israel si para impedir la resistencia libanesa o palestina establece las condiciones que la producen? ¿Usted piensa que las Granjas de Sheeba tienen riquezas minerales? No valen nada y si Israel se retirara de ellas, el Hezbollah no tendrñia necesidad de armas. Si Israel no quiere que haya resistencia palestina, debe retirarse a las fronteras del 67. Si quiere la paz con los árabes, debe retirarse del Golán. ¿Qué hace todavía en Ramallah y Gaza? Los palestinos no piden más que el 22% del territorio nacional histórico; todos los problemas podrían terminar si al menos reconocieran esto. Los israelíes son como los blancos de Sudáfrica y nosotros como los negros. Tuvimos que aceptar ser los negros, pero esto no es suficiente: para ellos no podemos ser ni blancos ni negros: ¿qué quieren? Mi única conclusión es que los israelíes no están maduros para esta paz, tienen miedo de la paz.
- Sin embargo, destruir el Estado de Israel ha sido una consigna utilizado por mucho tiempo...-
Los israelíes tienen una obsesión con la seguridad debida a dos clases de miedo: uno, legítimo y comprensible, ya que lo han sufrido por causa de los europeos. Pero ellos han sido en parte indemnizados a expensas de Palestina y, apoyándose en el sentimiento de culpabilidad de Europa, tienen un crédito infinito en el plano moral, económico y militar. Al punto que hoy criticar la política israelí equivale a antisemitismo. Pero hay otro tipo de miedo que no podemos resolver, aun si apareciera un nuevo Freud: es el miedo a lo que han hecho contra nosotros. Pero nosotros estamos dispuestos a olvidar y perdonar si nos restituyen algunos derechos. El odio y el rencor no son eternos si la víctima obtiene una indemnización. Israel sólo tienen que decidir.
- Un año después de los trágicos acontecimientos de 1948, su padre volvió a Palestina y encontró su casa ocupada por colonos. Entonces se instaló en el pueblo de Deir el-Asad, donde vivió como "refugiado en su patria" y transmitiéndole esta sensación desarraigo que se manifiesta en su poesía. Como dirigente de la OLP usted ha estado en contra de los acuerdos de Oslo, que fracasaron fundamentalmente en la cuestión del derecho al retorno. ¿Cree usted que ése sigue siendo hoy el principal obstáculo para los acuerdos?
- El tema de los refugiados no es el gran obstáculo al problema de la paz, como quisiera Israel. Se puede resolver más fácilmente que el problema de las colonias. Ya nadie pide que vuelvan todos los refugiados, ni los refugiados quieren volver en masa a Palestina. Eso ya pasó. Se trata de reafirmar un principio. ¿ Por qué los refugiados judíos que partieron hace dos mil años pueden volver y los palestinos que fueron expulsados en 1948 no pueden hacerlo? Si Israel es un Estado fuerte, podría pedir excusas y aceptar la vuelta de unos miles de refugiados. El derecho al retorno podría permanecer como un texto jurídico. ¿Por qué no lo hacen y siguen favoreciendo a los colonos que vinieron del exterior? ¿Quieren un Estado judío puro? Podrían tenerlo retirándose de los territorios donde habitan los árabes. ¿Por qué oprimen a dos millones de palestinos en Cisjordania? Si se retiraran tendrían un Estado judío puro, sin árabes. La verdad es que, desde el comienzo, Israel nunca ha sido puro porque existía también otra comunidad, la árabe. Hablan de un peligro demográfico. Un problema que puede resolverse de dos maneras: o restituyendo sus derechos a los palestinos, se llega a una reconciliación y se vive como buenos vecinos, o bien se destruye con una bomba atómica todo un continente de árabes en el que, desde el comienzo, vive aproximadamente un millón y medio de judíos.
- Durante estos últimos años, inclusive en Italia (donde el apoyo a la causa palestina siempre ha guiado la agenda de la política exterior, aun con gobiernos antipopulares) la percepción simbólica de los palestinos ha cambiado, han pasado de ser víctimas a terroristas peligrosos. ¿Cómo explica esto?
- Los israelíes intentan monopolizar el papel de víctimas durante toda la historia y no toleran que otros pretendan ese lugar. Inclusive Bush se dice víctima del terrorismo. Pero, ¿cómo hace una víctima para ocupar Irak y Afganistán, aterrorizar al mundo entero y tener inclusive la hegemonía política en Europa, una Europa que ya no es independiente como antes? No me gusta el papel de víctima. Entre el verdugo y la víctima hay una tercera opción: ser un hombre normal. Los israelíes no quieren tener un Estado normal porque podrían perder el trato preferencial y su unidad interna. La vida normal podría hacer aparecer cuestionamientos sobre la naturaleza de la sociedad israelí.
- Muchos han interpretado la guerra en el Líbano como los primeros signos de un proyecto de agresión más amplio a la "media luna shiita" en el marco del Gran Medio Oriente imaginado por Bush.
- Me pregunto si los propios norteamericanos tienen una definición precisa de ese Gran Medio Oriente. Hace dos años hablaban del Nuevo Medio Oriente, término compartido por Shimon Peres. Todos queremos un Medio Oriente nuevo, un mundo árabe nuevo, un Medio Oriente sin ocupación, sin dictadura, sin pobreza, sin analfabetismo, donde no haya ni tensiones ni guerra: eso es lo que querríamos todos, pero no entiendo qué quiere Bush. No puedo comprender el significado de sus palabras, pero comprendo el de sus acciones. Me doy cuenta de que ha destruido Irak, que a la sombra de la ex dictadura, al menos era un país unificado: los iraquíes estaban protegidos, no había conflicto entre shiitas y sunnitas, ni entre kurdos y árabes; en cambio, ahora, hay un proyecto distinto de Estado en cada esquina. Si el Nuevo Medio Oriente sigue el modelo iraquí, el de un Estado completamente desintegrado y desmembrado, no será nuevo sino muy viejo: el Medio Oriente del tiempo de las cavernas, anterior del nacimiento del concepto mismo de ciudadanía y de derechos humanos, un Medio Oriente bárbaro. En lo que concierne a la guerra, creo que no hay que enfatizar demasiado en la significación del episodio específico: Hezbollah secuestró a dos soldados israelíes para hacer un intercambio con prisioneros libaneses; se trató de un simple incidente fronterizo, desprovisto de grandes metas estratégicas. Probablemente Hezbollah no calculó la reacción israelí e Israel evaluó mal la reacción de Hezbollah. Y después, como sucede a menudo, las guerras crean sus propias dinámicas y dejan de ser controlables.
- En marzo la editorial Epochè publicará un libro de entrevistas en el que usted habla de guerra asimétrica y del concepto de crimen.
- Me siento verdaderamente asqueado cuando un civil es asesinado en Irak. ¿Pero por qué no siento lo mismo cuando un piloto extermina a miles de personas o como en la masacre de Caaná ? El piloto apretó un botón y diez minutos después estaba a su casa, probablemente jugando con sus hijos y sin ver que había matado a los hijos de otros. Si un crimen se comete con la utilización de instrumentos sofisticados, ¿no existe? Secuestrar a un periodista norteamericano es un crimen, pero secuestrar a un país en su totalidad, ¿no lo es? No quiero que se creen equívocos, no defiendo el secuestro de periodistas en Irak, sino la necesidad de definir el concepto de crimen: cuanto más grande es el crimen más limpio es. Las noticias sobre las muertes de palestinos parecen el parte meteorológico: hay en promedio de cinco mártires cada día, se muere en los controles y al pie del Muro, pero cuando la muerte se convierte en rutina, ya nadie se indigna, el sufrimiento se vuelve molesto y la solidaridad también. El mundo celebró la caída del Muro de Berlín que, sin embargo, era un muro pequeño; ¿cómo este mismo mundo puede aceptar el muro de 600 kilómetros que ha construido Israel alrededor de los palestinos? El mundo entero celebró la caída del régimen de apartheid en Sudáfrica, ¿qué dice ahora que Israel aplica el mismo régimen a los palestinos ? Nosotros no sólo vivimos bajo la ocupación sino también en las celdas, en las cárceles bajo la ocupación. ¿Sabe cuántas personas han muerto en los checkpoints porque no podían llegar al hospital, cuántas mujeres han tenido que dar a luz a sus hijos en checkpoints ? Todo esto refuerza el rencor y el odio, transforma a las personas en monstruos. A pesar de ello, nosotros estamos dispuestos a vivir con los israelíes, ellos únicamente deben pagar un precio mínimo: el reconocimiento de un Estado palestino en Gaza y Cisjordania.
- Usted ha estado varias veces prisionero de los israelíes y en estos días ha aportado su poesía a la prisión de L'Aquila. ¿Qué opina del documento que unos presos palestinos como Marwan Barghouti han propuesto al exterior?
- Este documento, firmado por militantes con gran experiencia que representan diferentes tendencias políticas, tenía la intención de ejercer una presión sobre los responsables palestinos. Estos presos de gran peso y credibilidad habían llegado a dialogar entre ellos, en la cárcel, mucho mejor de lo que lo hacían en el exterior. Y todos, como principio, han declarado estar de acuerdo con este documento, pero no se ha traducido en nada en la práctica. Fuera, cada grupo ha tratado de interpretar a su manera el documento que, al final, se ha vaciado de contenido. Algunos responsables han demostrado que gobernar no era una ocasión de servir a su sociedad sino una ocasión de servir a su ansia de poder.
- ¿Qué salida prevé usted para los conflictos internos de los palestinos?
- Como ciudadano palestino no entiendo cómo algunas personas pueden permanecer en el poder si no pueden resolver esta crisis. Si estuviera en su lugar, reconocería el fracaso y me pasaría a la oposición. Parece que el poder sigue siempre la misma lógica: cuando alguien llega, cambia de mentalidad. Pero mientras tanto, con el embargo, la sociedad palestina tiene hambre y ha desplazado su atención de los problemas nacionales a los de todos los días. Lo que está por suceder es una catástrofe política, social y moral, y no sé cómo la sabiduría palestina logrará resolverla.
- ¿Qué temas influyen actualmente en su poética?
- Todo influencia mi mundo poético, pero la poesía no puede sostener todo. Con frecuencia se pregunta al poeta qué podría hacer él en tiempos de guerra. En mi opinión, los poetas no deberían utilizar el lenguaje de la guerra para rechazar la guerra. Por muy fuerte que sea un poema no puede derribar un avión, pero puede influenciar en la mentalidad del piloto, por lo tanto, el poeta debería buscar en los acontecimientos, los aspectos humanos, los elementos universales. Debería entrar en el universo íntimo de la víctima de la guerra. La poesía debería ser un himno a la gloria de la vida, debería luchar contra lo feo con la belleza, y contra la guerra a través de la paz. El mayor regalo que la poesía palestina podría hacer a la ocupación israelí sería el de permanecer prisionera de los argumentos de guerra, de lo que inflige la ocupación. De esta manera el mundo interior del palestino permanecería completamente velado y las personas se convertirían en copias, máscaras. Hemos escrito mucho contra la ocupación, la humillación, la injusticia, pero ahora el palestino tiene el derecho, incluso el deber, de escribir un poema de amor.

La fuente: Esta nota se publicó originalmente en el periódico italiano Il Manifesto y reproducida en francés por Michel Collon Investigaction. La traducción del francés al español pertenece a María Masquelet para elcorresponsal.com.

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