Surgen fisuras y fuertes señales de ruptura en el gobierno israelí
Que Israel ha sufrido la peor derrota en años (quizás la primera de importancia) al tratar de destruir la resistencia de Hezbollah no es ya un asunto que alguien discuta. Por supuesto que nadie puede hablar de triunfos cuando el Ejército Sionista ha asesinado a miles de civiles inocentes en El Líbano y Palestina en el último mes y medio. Sin embargo, los propósitos (argumentos irrisorios)[1] que llevaron a Israel a invadir Gaza y Líbano no tuvieron ningún tipo de resultado favorable. Los tres soldados capturados por Hamás y Hezbollah no fueron liberados y Hezbollah, lejos de ser derrotado se ha catapultado como el movimiento político más importante del Mundo Árabe y el que ha mostrado mayor capacidad de aunar fuerzas contra el sionismo.
Evidentemente, esta situación de derrota para Israel ha generado una importante fractura al interior del gobierno. El Primer Ministro Ehud Olmert y el ministro de defensa Amir Peretz han sido públicamente criticados por la inoperancia frente a una crisis que ellos mismos generaron. Ambos se encuentran ahora enfrascados en una pugna interna, ya que a pesar de que Olmert se había negado la semana pasada a formar una comisión investigadora con reales atribuciones para hacerlo, ahora Peretz decidió apoyar la creación de una comisión independiente encabezada por un juez de la Suprema Corte de Justicia para la investigación de las "fallas" en (lo que llaman) la "guerra de Líbano".[2]
Peretz, quien intenta salvar su propio pellejo político, señaló que la exigencia de una comisión con posibilidad de citar testigos y de "cortar cabezas", de ser necesario, no podría ser esquivada. Peretz decidió por lo tanto sumarse a la mayoría de su bancada parlamentaria. "Para que la investigación sea transparente y llegue a todos los niveles" ésta debe ser independiente y encabezada por un juez de la Corte, señaló.[3]
La mayoría de las críticas lanzadas por la sociedad civil israelí hacia su dirigencia, están más relacionadas con la ineficiencia y el supuesto abandono a los soldados en momentos en que se desarrollaba una “guerra”. Salvo sectores marginales de Israel, no han existido aún voces que reclamen por las víctimas inocentes que el Ejército israelí asesinó en estos meses tanto en Líbano como Palestina.
Como si fuera poco, sobre Olmert, además, pesan sospechas de corrupción y hay una investigación ordenada por el contralor sobre la compra y venta del departamento que están refaccionando en estos momentos. Según la sospecha, la empresa propietaria habría otorgado una importante rebaja en el precio del inmueble a cambio de facilidades que lograría Olmert para la construcción y ampliación del terreno edilicio, lo que en otras palabras se llama "soborno".[4]
[1] Se puede decir que era el propósito que se le dio a conocer a la sociedad israelí y por la cual esta apoyó a su gobierno. El verdadero objetivo de reordenar políticamente el Medio Oriente a sus intereses es parte de la investigación que ahora debe realizarse.
Evidentemente, esta situación de derrota para Israel ha generado una importante fractura al interior del gobierno. El Primer Ministro Ehud Olmert y el ministro de defensa Amir Peretz han sido públicamente criticados por la inoperancia frente a una crisis que ellos mismos generaron. Ambos se encuentran ahora enfrascados en una pugna interna, ya que a pesar de que Olmert se había negado la semana pasada a formar una comisión investigadora con reales atribuciones para hacerlo, ahora Peretz decidió apoyar la creación de una comisión independiente encabezada por un juez de la Suprema Corte de Justicia para la investigación de las "fallas" en (lo que llaman) la "guerra de Líbano".[2]
Peretz, quien intenta salvar su propio pellejo político, señaló que la exigencia de una comisión con posibilidad de citar testigos y de "cortar cabezas", de ser necesario, no podría ser esquivada. Peretz decidió por lo tanto sumarse a la mayoría de su bancada parlamentaria. "Para que la investigación sea transparente y llegue a todos los niveles" ésta debe ser independiente y encabezada por un juez de la Corte, señaló.[3]
La mayoría de las críticas lanzadas por la sociedad civil israelí hacia su dirigencia, están más relacionadas con la ineficiencia y el supuesto abandono a los soldados en momentos en que se desarrollaba una “guerra”. Salvo sectores marginales de Israel, no han existido aún voces que reclamen por las víctimas inocentes que el Ejército israelí asesinó en estos meses tanto en Líbano como Palestina.
Como si fuera poco, sobre Olmert, además, pesan sospechas de corrupción y hay una investigación ordenada por el contralor sobre la compra y venta del departamento que están refaccionando en estos momentos. Según la sospecha, la empresa propietaria habría otorgado una importante rebaja en el precio del inmueble a cambio de facilidades que lograría Olmert para la construcción y ampliación del terreno edilicio, lo que en otras palabras se llama "soborno".[4]
[1] Se puede decir que era el propósito que se le dio a conocer a la sociedad israelí y por la cual esta apoyó a su gobierno. El verdadero objetivo de reordenar políticamente el Medio Oriente a sus intereses es parte de la investigación que ahora debe realizarse.
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