Israel anuncia: ¡no nos iremos de Cisjordania!

Los últimos años Israel ha estado planeando distintas maneras de aislar a la población palestina, sin perder el control de los recursos vitales de la zona. La desconexión unilateral de Gaza que llevó a cabo Ariel Sharon no significó de ninguna manera un traspaso real de la autonomía a la Autoridad nacional Palestina. Todo lo contrario, Israel ahora tiene un completo control del territorio.

El caso de Cisjordania es particularmente complicado. Es sobre ese sector donde los fundamentalistas judíos reclaman la existencia de Judea y Samaria y es el lugar que reclaman con más insistencia. Incluso organizaciones fundamentalistas como Moledet plantea el traslado total de la población palestina a Jordania como parte de una solución “justa” al conflicto.
Entonces, no es de esperar que Olmert se retire de Cisjordania, sino que continúe con la política imperialista que ha tenido Israel todos estos años. A nadie sorprende que frente al pretexto del fracaso en la invasión al Líbano, el primer ministro haya decidido ceder a las presiones de los colonos integristas.

Olmert, anunció ayer que suspende el proyecto de repliegue de Cisjordania -pieza central del programa con el que ganó las elecciones generales en marzo pasado-, porque, tras la guerra de Líbano, “no es lo más indicado”. Olmert hizo el anuncio ante el Comité de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Knesset (Parlamento Sionista) que está investigando la actuación y los fallos del Gobierno y del Ejército en la conducción de la invasión al Líbano.

En repetidas ocasiones, el primer ministro ha contestado a quienes acusaban a su Gobierno de incompetencia en la guerra, criticando la actuación de ejecutivos anteriores al suyo porque dejaron que el grupo libanés chií Hezbollah se armara desde el momento en que Israel se retiró de Líbano, en el año 2000. Durante la reciente contienda quedó patente hasta qué punto Hezbollah se había fortalecido en esos años y eso hizo que perdiera popularidad la idea de una retirada unilateral de Cisjordania a partir de la cual, según se insinuó en la campaña para las elecciones de marzo, Israel podría “desentenderse” de los palestinos.[1]

[1] La Razón de España, 5 de septiembre, 2006.