Monday, October 23, 2006

Carta de un judío a la Presidencia del Consejo Central de los Judíos en Alemania

(Fuente: El Corresponsal de Medio Oriente y África)

Muy estimada Señora Presidenta Knobloch,
estimados profesor Dr. Korn y Dr. Graumann.

En los últimos días ustedes han tomado partido públicamente a favor de las recientes medidas militares del gobierno israelí contra Líbano. Al respecto, no puedo ni quiero guardarme a silencio.
Está para mí absolutamente claro que usted expresa la opinión mayoritaria de los judíos en Alemania.

Yo hubiera esperado algo de mayor entidad, porque usted Ama a Israel, tiene experiencia política y es una judía convencida.

1) Usted ama a Israel. ¿Cómo puede alguien que tiene el destino de ese país cercano a su corazón, avalar esa acción militar?
Nuestros amigos y familiares allí deberán convivir (en el futuro) con mayor -en vez de menor- riesgo cotidiano. En mi caso, me afectan mis dos hermanas -que emigraron de jóvenes a Israel-, sus hijos y sus nietos. Esta acción militar no hace a Israel más seguro, sino mucho más inseguro. Se multiplicarán la ira, la furia y la violencia de los estados vecinos; el conflicto se ampliará en lugar de reducirse.
2) Usted es una experta en materia política. Por lo tanto, sabe, como cualquier otro, que el origen del terrorismo de Hezbollah contra Israel es el conflicto irresuelto de Palestina y que, por ello, Hezbollah secuestró a dos soldados israelíes para poder mostrarse en el escenario internacional como defensores de la amenazada población de la franja de Gaza. Todo el mundo sabe que Siria, Irán y Rusia llevan agua para su molino con el conflicto de Palestina; pero también lo hacen los Estados Unidos, que están utilizando a las fuerzas armadas israelíes como su brazo armado en la región, después de su debacle en Irak.

Cualquiera sabe por ello que la alternativa a la jungla de los intereses descriptos -y así a la guerra- sería que los gobiernos israelí y palestino (y ahora también el libanés) se sienten a una mesa de negociaciones para llegar a eventuales acuerdos. En ese sentido, los amigos de Israel deberían prestar amplio apoyo, en lugar de demonizar a la administración palestina.
El Consejo Central de los Judíos en Alemania tiene experiencia en entablar negociaciones con gobiernos que son sucesores legales de bandas asesinas. El éxito obtenido nos da la razón.
3) Usted es una judía convencida. Por lo tanto, sabe tan bien como yo que siempre ha habido un conflicto entre la religión judía y el nacionalismo. En la antigüedad estaba el profundo conflicto entre los profetas y los reyes de Israel y Judá; luego, entre los sionistas y la Aguda. Ambos tenían buenos argumentos.

Hoy en día, desgraciadamente, muchos judíos han abandonado este equilibrio y consideran que uno es mejor judío mientras apoye con mayor énfasis la política de poder de Israel. Pero tal judaísmo: ¿es aquél judaísmo que nuestro influyente maestro Hillel había definido: 'Lo que tú odias, no se lo hagas a tu prójimo'?

¿No es acaso el mismo judaísmo en el que la plegaria más importante calificada por el rabino Akiba, decía: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'?

Hoy en día nadie cree que éste sea el auténtico judaísmo, en un presente en el que el Estado judío discrimina a otras personas, que castiga (a poblaciones) por responsabilidad colectiva, que practica ejecuciones selectivas (a seres humanos específicos) sin debidos procesos judiciales, que asesina a diez libaneses por cada muerto israelí y que reduce a escombros y cenizas a distritos municipales enteros (Líbano). Yo tengo derecho a esperar del Consejo Central de los Judíos en Alemania que ello (lo descrito) al menos sea reconocido como un problema.

Por supuesto que soy conciente de que estoy argumentando contra opiniones fuertemente reiteradas por décadas. Pero no soy el primero ni tampoco seré el último que juntamente con otros, tanto dentro como fuera de Israel, intentemos cambiar las cosas para bien.
El gobierno israelí necesita de nuestra solidaridad. Al momento sigue un camino errado, por lo que necesita de amigos solidarios; no más armas o más dinero, sino más crítica.
Cordiales e intranquilos saludos.

Prof. Dr. Rolf Verleger.


Miembro del Directorio del Consejo Central de los Judíos en Alemania


La fuente: la carta del profesor Rolf Verleger fue publicada originalmente en Netzeitung. La traducción del alemán pertenece al equipo de elcorresponsal.com.
http://www.medioscomunitarios.org/libano/index.php?id=33&idn=459

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