Medio Oriente: Annan pide a Consejo ONU construir puente para la paz
Los últimos días en Naciones Unidas han estado encendidos y llenos de polémica. Mientras algunos como Hugo Chavez no tienen pelos en la lengua para describir la situación de subyugación del orden internacional a las políticas norteamericanas, otros han tomado una posición más recatada, dejando difusas sus preferencias en vísperas a la elección de la presidencia del Consejo de Seguridad de la organización mundial. Lo cierto es que esas mismas visiones se manifiestan también cuando se instalan los temas más tratados en la reunión: la invasión de Israel al Líbano y el bloqueo de Israel a los Territorios Ocupados Palestinos.
La ONU, ha tenido como política el no involucramiento respecto al tema palestino-sionista. Esto, a pesar que los grandes problemas generados en la región descienden precisamente de sucesos que tuvieron lugar en la ONU. Tal es el caso de la partición de Palestina en 1947, donde se le entregó a un movimiento racista y genocida un territorio en el cual vivían los palestinos. Todo esto, sin respetar el derecho a la autodeterminación de los pueblos que la misma organización defiende como ideal. Hoy, las cosas no son muy distintas y a pesar que Naciones Unidas ha intentado reparar su error montando un aparato de ayuda humanitaria para los palestinos, lo cierto es que la falta de voluntad política de la comunidad internacional, en su conjunto, tiende a ser justificada a través de argumentos que anulan las diferencias reales de los problemas que se tratan.
Así, el ocupante es comparado con el ocupado y se les exige el cumplimiento de tareas una y otra vez, sin importar que la parte más poderosa haga caso omiso de los pactos. Israel ha levantado un muro de Apartheid, ha bloqueado Gaza creando una situación humanitaria crítica, ha continuado la expropiación ilegal de tierras palestinas, ha impedido el desplazamiento hasta de los servicios básicos, ha destruido infraestructura vital como fuentes de energía, ha masacrado a la población civil en las calles, entre tantas otras miserables conductas, y sin embargo, los discursos de la ONU siguen siendo condescendientes con el gobierno sionista.
En este contexto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió al Consejo de Seguridad que ayude a "construir un puente" entre palestinos e israelíes para que alcancen la paz. "La mayoría de los israelíes y de los palestinos desean la paz. Lo que necesitan desesperadamente es construir un puente que les permita alcanzar la paz", dijo Annan, al dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU reunido en sesión ministerial extraordinaria convocada por los países de la Liga Árabe. Annan subrayó que ese "puente hacia la paz" tiene que ser lo suficientemente "amplio como para acomodar a todos los que tienen intereses legítimos en el proceso, ancho para abarcar la enorme desconfianza que separa a las partes y fuerte para aguantar los golpes de quienes inevitablemente quieran sabotearlo". El secretario general de la ONU destacó además que tanto palestinos como israelíes han fracasado en la adopción de acciones concretas para cumplir con las obligaciones existentes.[1].
Se refirió también a la extrema situación económica por la que pasa la Autoridad Palestina, así como al declive de sus escuelas, hospitales, ministerios e instituciones. "La sociedad palestina se está haciendo cada vez más pobre. Si esto continúa, la Autoridad Palestina colapsará, con la consecuente fragmentación y radicalización de la sociedad, lo que puede ser un escenario terrible e irreversible", advirtió Annan.[2]
Luego, como contraparte, Annan plantea la igualdad de condiciones. Señaló que Israel pide "con razón" el fin de los ataques con cohetes desde territorios palestinos hacia sus ciudades y kibutz, así como el retorno del soldado capturado el pasado 25 de junio, y que "la Autoridad Palestina acepte los principios básicos de paz y adopte medidas creíbles para prevenir esos ataques contra" los israelíes.[3] ¿Cómo puede equipararse la captura de un soldado en un territorio que el mismo estaba ocupando ilegalmente a un bloqueo económico de dos meses que ha matado a más de 200 personas?
Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, destacó el pleno compromiso de Washington con el proceso de paz en Medio Oriente, y reiteró su apoyo tanto al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, como al primer ministro de Israel, Ehud Olmert. "Pedimos a las partes que impulsen una atmósfera positiva y esperanzadora, para que las conversaciones puedan realizarse", dijo Rice[4]. Esto nos vuelve a meter en el tema de las conversaciones que estos días se han llevado a cabo en la ONU. ¿Qué puede ofrecer como garante de la paz un país que ha llenado el Mundo Árabe de bombas y militares? ¿Cómo puede ser posible que se plantee siquiera la posibilidad de que el aliado numero uno de Israel y del sionismo aparezca como el constructor de la paz y garante de la estabilidad de un proceso? Es este el contexto en el cual deben desarrollarse las discusiones, pues no puede ser que cuando se trate de mediar un conflicto se recurra a Estados Unidos por su carácter de potencia, ignorando el rol bélico e interesado de sus movimientos en Oriente Medio.
Durante la reunión del Consejo, la ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, urgió a las partes a retomar los contactos, y destacó como una de las prioridades más inmediatas afrontar la grave crisis humanitaria que sufre la franja de Gaza. Otras de las prioridades subrayada por Beckett fue ayudar a la Autoridad Palestina a crear un gobierno de unidad nacional sólido, en el que la comunidad internacional pueda confiar, y que pueda servir de base para construir la paz con Israel. Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, explicó que "no existe una solución militar al conflicto de Medio Oriente", tal y como ha demostrado la reciente crisis entre Israel y Líbano.[5] Las declaraciones de Beckett son de suma claridad si no fuera por la omisión de que si los palestinos están formando un gobierno de unidad nacional, esto es precisamente porque países como el suyo bloquearon las cuentas de la Autoridad Nacional Palestina, que había tenido una elección democrática de sus líderes. La gran catástrofe humanitaria que hoy vive Palestina se debe principalmente a que las potencias de Occidente no han respetado la voluntad de este pueblo y han impedido nuevamente, al igual que en 1947, el cumplimiento del derecho a la autodeterminación de los palestinos.
El resto de los discursos en la ONU tendió a poner en igualdad de condiciones a quienes están en evidente disparidad. ¿Cuáles son los elementos que llevan casi todos los países del mundo a plantearse la cuestión palestina como un conflicto entre iguales cuando es evidente que no es así? ¿Será que la voz de los propios pueblos que representan estos países no es escuchada en sus más altas estructuras? El factor de la representatividad de cada gobierno podría ser un tema importante a debatir, sobre todo cuando han boicoteado una elecciónen Palestina que a todas luces fue democrática.
Otras declaraciones en este mismo sentido fueron las del ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, para quien la única solución en Medio Oriente es el establecimiento de "un Estado palestino independiente, democrático, viable, y que viva en paz y seguridad con Israel", como consta en la Hoja de Ruta. "La experiencia nos enseña que no existe una solución militar a este conflicto. Sólo existe un camino para los pueblos del Medio Oriente: el del reconocimiento mutuo como paso previo hacia la paz definitiva", indicó. Apoyó la iniciativa de celebrar una nueva conferencia internacional para Medio Oriente, que "relance el proceso de paz".
El ministro de Exteriores Chino, Li Zhaoxing, aseguró, por su parte, que pese a los acontecimientos ocurridos en el Líbano, "la paz no está fuera de nuestro alcance", siempre que se respeten varios principios, entre ellos el derecho del pueblo palestino a constituirse en un Estado independiente.
Además, las dos partes deben cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad, restaurar la confianza y retomar las negociaciones. El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, hizo hincapié, por su parte, en la difícil situación humanitaria y económica que se vive en Gaza y en Cisjordania, así como en la necesidad de que las dos partes retomen sus negociaciones.[6]
La ONU, ha tenido como política el no involucramiento respecto al tema palestino-sionista. Esto, a pesar que los grandes problemas generados en la región descienden precisamente de sucesos que tuvieron lugar en la ONU. Tal es el caso de la partición de Palestina en 1947, donde se le entregó a un movimiento racista y genocida un territorio en el cual vivían los palestinos. Todo esto, sin respetar el derecho a la autodeterminación de los pueblos que la misma organización defiende como ideal. Hoy, las cosas no son muy distintas y a pesar que Naciones Unidas ha intentado reparar su error montando un aparato de ayuda humanitaria para los palestinos, lo cierto es que la falta de voluntad política de la comunidad internacional, en su conjunto, tiende a ser justificada a través de argumentos que anulan las diferencias reales de los problemas que se tratan.
Así, el ocupante es comparado con el ocupado y se les exige el cumplimiento de tareas una y otra vez, sin importar que la parte más poderosa haga caso omiso de los pactos. Israel ha levantado un muro de Apartheid, ha bloqueado Gaza creando una situación humanitaria crítica, ha continuado la expropiación ilegal de tierras palestinas, ha impedido el desplazamiento hasta de los servicios básicos, ha destruido infraestructura vital como fuentes de energía, ha masacrado a la población civil en las calles, entre tantas otras miserables conductas, y sin embargo, los discursos de la ONU siguen siendo condescendientes con el gobierno sionista.
En este contexto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió al Consejo de Seguridad que ayude a "construir un puente" entre palestinos e israelíes para que alcancen la paz. "La mayoría de los israelíes y de los palestinos desean la paz. Lo que necesitan desesperadamente es construir un puente que les permita alcanzar la paz", dijo Annan, al dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU reunido en sesión ministerial extraordinaria convocada por los países de la Liga Árabe. Annan subrayó que ese "puente hacia la paz" tiene que ser lo suficientemente "amplio como para acomodar a todos los que tienen intereses legítimos en el proceso, ancho para abarcar la enorme desconfianza que separa a las partes y fuerte para aguantar los golpes de quienes inevitablemente quieran sabotearlo". El secretario general de la ONU destacó además que tanto palestinos como israelíes han fracasado en la adopción de acciones concretas para cumplir con las obligaciones existentes.[1].
Se refirió también a la extrema situación económica por la que pasa la Autoridad Palestina, así como al declive de sus escuelas, hospitales, ministerios e instituciones. "La sociedad palestina se está haciendo cada vez más pobre. Si esto continúa, la Autoridad Palestina colapsará, con la consecuente fragmentación y radicalización de la sociedad, lo que puede ser un escenario terrible e irreversible", advirtió Annan.[2]
Luego, como contraparte, Annan plantea la igualdad de condiciones. Señaló que Israel pide "con razón" el fin de los ataques con cohetes desde territorios palestinos hacia sus ciudades y kibutz, así como el retorno del soldado capturado el pasado 25 de junio, y que "la Autoridad Palestina acepte los principios básicos de paz y adopte medidas creíbles para prevenir esos ataques contra" los israelíes.[3] ¿Cómo puede equipararse la captura de un soldado en un territorio que el mismo estaba ocupando ilegalmente a un bloqueo económico de dos meses que ha matado a más de 200 personas?
Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, destacó el pleno compromiso de Washington con el proceso de paz en Medio Oriente, y reiteró su apoyo tanto al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, como al primer ministro de Israel, Ehud Olmert. "Pedimos a las partes que impulsen una atmósfera positiva y esperanzadora, para que las conversaciones puedan realizarse", dijo Rice[4]. Esto nos vuelve a meter en el tema de las conversaciones que estos días se han llevado a cabo en la ONU. ¿Qué puede ofrecer como garante de la paz un país que ha llenado el Mundo Árabe de bombas y militares? ¿Cómo puede ser posible que se plantee siquiera la posibilidad de que el aliado numero uno de Israel y del sionismo aparezca como el constructor de la paz y garante de la estabilidad de un proceso? Es este el contexto en el cual deben desarrollarse las discusiones, pues no puede ser que cuando se trate de mediar un conflicto se recurra a Estados Unidos por su carácter de potencia, ignorando el rol bélico e interesado de sus movimientos en Oriente Medio.
Durante la reunión del Consejo, la ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, urgió a las partes a retomar los contactos, y destacó como una de las prioridades más inmediatas afrontar la grave crisis humanitaria que sufre la franja de Gaza. Otras de las prioridades subrayada por Beckett fue ayudar a la Autoridad Palestina a crear un gobierno de unidad nacional sólido, en el que la comunidad internacional pueda confiar, y que pueda servir de base para construir la paz con Israel. Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, explicó que "no existe una solución militar al conflicto de Medio Oriente", tal y como ha demostrado la reciente crisis entre Israel y Líbano.[5] Las declaraciones de Beckett son de suma claridad si no fuera por la omisión de que si los palestinos están formando un gobierno de unidad nacional, esto es precisamente porque países como el suyo bloquearon las cuentas de la Autoridad Nacional Palestina, que había tenido una elección democrática de sus líderes. La gran catástrofe humanitaria que hoy vive Palestina se debe principalmente a que las potencias de Occidente no han respetado la voluntad de este pueblo y han impedido nuevamente, al igual que en 1947, el cumplimiento del derecho a la autodeterminación de los palestinos.
El resto de los discursos en la ONU tendió a poner en igualdad de condiciones a quienes están en evidente disparidad. ¿Cuáles son los elementos que llevan casi todos los países del mundo a plantearse la cuestión palestina como un conflicto entre iguales cuando es evidente que no es así? ¿Será que la voz de los propios pueblos que representan estos países no es escuchada en sus más altas estructuras? El factor de la representatividad de cada gobierno podría ser un tema importante a debatir, sobre todo cuando han boicoteado una elecciónen Palestina que a todas luces fue democrática.
Otras declaraciones en este mismo sentido fueron las del ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, para quien la única solución en Medio Oriente es el establecimiento de "un Estado palestino independiente, democrático, viable, y que viva en paz y seguridad con Israel", como consta en la Hoja de Ruta. "La experiencia nos enseña que no existe una solución militar a este conflicto. Sólo existe un camino para los pueblos del Medio Oriente: el del reconocimiento mutuo como paso previo hacia la paz definitiva", indicó. Apoyó la iniciativa de celebrar una nueva conferencia internacional para Medio Oriente, que "relance el proceso de paz".
El ministro de Exteriores Chino, Li Zhaoxing, aseguró, por su parte, que pese a los acontecimientos ocurridos en el Líbano, "la paz no está fuera de nuestro alcance", siempre que se respeten varios principios, entre ellos el derecho del pueblo palestino a constituirse en un Estado independiente.
Además, las dos partes deben cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad, restaurar la confianza y retomar las negociaciones. El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, hizo hincapié, por su parte, en la difícil situación humanitaria y económica que se vive en Gaza y en Cisjordania, así como en la necesidad de que las dos partes retomen sus negociaciones.[6]
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