Informe sobre Migración Forzada de la Universidad de Oxford: Palestina: ¿Un Caso Aparte?
Conocido por todos es que Israel es el país que más violaciones al derecho internacional ha cometido, así como también es la potencia más beligerante con sus vecinos en Oriente Medio. Desde su fundación ha dado pie a la creación de problemas insolubles como el desplazamiento y exilio forzado de millones de palestinos que hasta el día de hoy no pueden retornar a sus hogares, aún cuando el derecho internacional los ampara.
Mientras en Israel existe una Ley de Retorno, que permite que cualquier judío del mundo, independiente de su nacionalidad u origen étnico se convierta e ciudadano israelí, otros cuatro millones de palestinos, cuya tierra de origen es el territorio que Israel ocupa son impedidos de retornar. ¿La razón? La protección del carácter “judío” del Estado. De esta manera, Israel, que se jacta de ser “la única democracia de Oriente Medio”, impide que los propios ciudadanos árabes israelíes hagan retornar a sus familiares exiliados, constituyendo así una democracia que en realidad establece la desigualdad de manera constitucional, basándose en elementos étnicos y religiosos, de manera similar a como lo hacía el sistema de Apartheid Sudafricano.
Ahora, Naciones Unidas toma conciencia que los dictámenes internacionales no han sido suficientes, porque para que el derecho internacional se cumpla, debe existir voluntad política, algo muy difícil de conseguir en un mundo en el cual el principal aliado de Israel, Estados Unidos, juega un rol cada vez más hegemónico.
El informe de septiembre de la Universidad de Oxford sobre Migración Forzada incluye una cobertura mayor sobre el tema del desplazamiento palestino. Veintiocho artículos de la ONU, organizaciones internacionales de derechos humanos, eruditos palestinos en la diáspora y grupos de activistas judíos e israelíes examinan las causas de raíz del desplazamiento de palestinos, así como las consecuencias del fracaso en aplicar la ley humanitaria internacional en los Territorios Ocupados y el derecho palestino a la protección y la compensación.
Los artículos en este asunto plantean que el fracaso en dirigir la crisis palestina de refugiados representa quizás el defecto más grave de las Naciones Unidas desde que fue fundada. La comunidad internacional no ha ejercido suficiente fuerza política para hacer avanzar el conflicto hacia soluciones duraderas, coherentes con las resoluciones del derecho internacional y el Consejo de seguridad que han insistido en que Israel debe retirarse del territorio palestino que ocupó en 1967. Las soluciones planteadas para los palestinos desplazados se han discutido sin consideración de las normas legales aplicadas en otros casos de refugiados. Los derechos de los refugiados, los derechos a la compensación o la restitución y los derechos a la protección de los palestinos que viven bajo ocupación militar continuada no fueron temas centrales en el proceso de paz, ahora-moribundo, de Oslo ni son parte de la Hoja de Ruta, patrocinada por Estados Unidos, basado en una Solución de dos Estados.
El informe incluye que la terminación del Muro del Apartheid que construye Israel en Cisjordania determinará una nueva realidad que impedirá a los palestinos hacerse cargo de más de un octavo de la Palestina Histótica. A pesar de la retórica en pro de la democracia, la respuesta Occidental a las elecciones legislativas palestinas, internacionalmente validadas en enero de 2006, ha dado pie a una crisis que ha paralizado la política y la economía palestina. Los palestinos civiles sufren debido a que los países de Occidente han congelado el financiamieto que se requiere para mantener los programas humanitarios de ayuda y desarrollo. [1]
Mientras en Israel existe una Ley de Retorno, que permite que cualquier judío del mundo, independiente de su nacionalidad u origen étnico se convierta e ciudadano israelí, otros cuatro millones de palestinos, cuya tierra de origen es el territorio que Israel ocupa son impedidos de retornar. ¿La razón? La protección del carácter “judío” del Estado. De esta manera, Israel, que se jacta de ser “la única democracia de Oriente Medio”, impide que los propios ciudadanos árabes israelíes hagan retornar a sus familiares exiliados, constituyendo así una democracia que en realidad establece la desigualdad de manera constitucional, basándose en elementos étnicos y religiosos, de manera similar a como lo hacía el sistema de Apartheid Sudafricano.
Ahora, Naciones Unidas toma conciencia que los dictámenes internacionales no han sido suficientes, porque para que el derecho internacional se cumpla, debe existir voluntad política, algo muy difícil de conseguir en un mundo en el cual el principal aliado de Israel, Estados Unidos, juega un rol cada vez más hegemónico.
El informe de septiembre de la Universidad de Oxford sobre Migración Forzada incluye una cobertura mayor sobre el tema del desplazamiento palestino. Veintiocho artículos de la ONU, organizaciones internacionales de derechos humanos, eruditos palestinos en la diáspora y grupos de activistas judíos e israelíes examinan las causas de raíz del desplazamiento de palestinos, así como las consecuencias del fracaso en aplicar la ley humanitaria internacional en los Territorios Ocupados y el derecho palestino a la protección y la compensación.
Los artículos en este asunto plantean que el fracaso en dirigir la crisis palestina de refugiados representa quizás el defecto más grave de las Naciones Unidas desde que fue fundada. La comunidad internacional no ha ejercido suficiente fuerza política para hacer avanzar el conflicto hacia soluciones duraderas, coherentes con las resoluciones del derecho internacional y el Consejo de seguridad que han insistido en que Israel debe retirarse del territorio palestino que ocupó en 1967. Las soluciones planteadas para los palestinos desplazados se han discutido sin consideración de las normas legales aplicadas en otros casos de refugiados. Los derechos de los refugiados, los derechos a la compensación o la restitución y los derechos a la protección de los palestinos que viven bajo ocupación militar continuada no fueron temas centrales en el proceso de paz, ahora-moribundo, de Oslo ni son parte de la Hoja de Ruta, patrocinada por Estados Unidos, basado en una Solución de dos Estados.
El informe incluye que la terminación del Muro del Apartheid que construye Israel en Cisjordania determinará una nueva realidad que impedirá a los palestinos hacerse cargo de más de un octavo de la Palestina Histótica. A pesar de la retórica en pro de la democracia, la respuesta Occidental a las elecciones legislativas palestinas, internacionalmente validadas en enero de 2006, ha dado pie a una crisis que ha paralizado la política y la economía palestina. Los palestinos civiles sufren debido a que los países de Occidente han congelado el financiamieto que se requiere para mantener los programas humanitarios de ayuda y desarrollo. [1]
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