Increíble: Banco Mundial financia el Muro de Cisjordania
A pesar de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (ICJ, en inglés) que en 2004 ordenó echar abajo el muro y compensar a las comunidades afectadas, la construcción de la pared se ha acelerado. La ruta de la barrera se encuentra profundamente internada en el territorio palestino, facilitando la anexión de asentamientos israelitas y la ruptura de la continuidad territorial de Palestina. Sin embargo, la visión del “desarrollo económico” del Banco Mundial (2) evade cualquier discusión sobre la ilegalidad de la muralla.
Entretanto, en su informe “Estancamiento o renacimiento: Retirada israelita y perspectivas económicas palestinas”, el más reciente sobre Palestina, publicado en diciembre de 2004, el Banco Mundial ha bosquejado la armazón para un Area de Libre Comercio Palestina - Oriente Medio Palestina (MEFTA, en inglés).
Lo central de las propuestas del banco es la construcción masiva de zonas industriales controladas por la ocupación israelita y financiadas por el mismo Banco Mundial y otras fuentes. Construidas en tierra palestina pero alrededor de la pared, el banco visualiza esas zonas industriales como la formación de la base para un desarrollo económico orientado a la exportación. Los palestinos encarcelados por el muro y desposeídos de su tierra podrían ponerse a trabajar por salarios bajos.
La visión post muralla del MEFTA incluye el control completo sobre del movimiento palestino. El informe propone puertas militares de alta tecnología y puntos de control a lo largo de la pared por donde podrán circular, convenientemente controlados, los palestinos y las exportaciones. Un 'sistema de transferencia' suplementario de caminos amurallados y túneles para los obreros palestinos permitirán el acceso subterráneo a sus trabajos, negándose, entretanto, el acceso simultáneo a su tierra. La explotación fabril será uno de las muy pocas posibilidades de ganarse la vida para los palestinos confinado a los ghettos dispares a lo largo de la Banda Oriental.
El Banco Mundial declaró: “En un ambiente operacional mejorado, los empresarios palestinos y los inversionistas extranjeros dispondrán de tierra industrial bien acondicionada con infraestructura de apoyo. También serán atraídos por un régimen regulador con un mínimo de 'papeleo' y procedimientos claros para emprender los negocios. Las zonas industriales, particularmente aquéllas en la frontera entre el territorio palestino e israelita, pueden cumplir esta necesidad y por eso pueden jugar un importante rol de apoyo al crecimiento basado en la exportaciones'.
Mano de obra barata amurallada
Jamal Juma’a hizo notar que puede presumirse que la ausencia del “papeleo” a que se refiere el Banco Mundial significaría sindicatos, salarios mínimos, buenas condiciones de trabajo, protección del ambiente y otros derechos obreros que serían más 'flexibles' que los existentes en el mundo “desarrollado”. El Banco Mundial declaró explícitamente que los salarios actuales de los palestinos son demasiado altos para la región y “el compromiso de competitividad internacional”, aunque tales sueldos sólo alcanzan al 25% del jornal promedio en Israel. Juma’a advierte que junto con la ocupación militar y la expulsión forzada, los palestinos son sujetos de un colonialismo económico.
Estas zonas industriales beneficiarán claramente a Israel en el extranjero porque las mercancías “Made in Palestine” tendrían condiciones de comercio más favorables en los mercados internacionales. El reportero Emad Mekay, de International Press Service (IPS), reveló en febrero de 2005 que el Banco Mundial planea consolidar parcialmente la infraestructura del MEFTA palestino con préstamos a Palestina. Israel no tiene derecho a préstamos del banco debido a su alto ingreso per cápita, pero Palestina es elegible. Mekay citó a Terry Walz, del Consejo para el Interés Nacional, un grupo de Washington que monitorea la política internacional de EEUU hacia Israel y Palestina: “Debo admitir que es una vergüenza hacer pagar a los palestinos por la modernización de estos puntos de control, puesto que para empezar ellos no tienen nada que hacer con la erección de la pared de separación y de hecho la han rechazado. Pienso que el problema entero es sumamente oscuro” (3).
Mekay siguió haciendo notar que ésta es la primera vez que el Banco Mundial aparece dispuesto a involucrarse activamente en la ocupación israelita de tierra palestina. El anterior presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, rechazó esta posibilidad el año pasado, sin embargo, el neo conservador Paul Wolfowitz fue confirmado como presidente del Banco Mundial el 1 de junio de 2005.
Abriéndose del dictamen de la ICJ, EEUU ya ha contribuido con 50 millones de dólares para construir los pasos a lo largo de la pared “para ayudar a servir las necesidades de Palestina'.
Linda Heard informó para la cadena televisiva Al-Jazeerah que EEUU actualmente está presionando por Acuerdos de Libre Comercio bilaterales (FTAs, en inglés) con varios estados árabes, incluso los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, en inglés), como parte de su visión para un Acuerdo de Libre Comercio del Oriente Medio mucho más grande. El Presidente Bush espera que el MEFTA abarque a unos veinte países regionales, incluido Israel, y esté consolidado totalmente hacia 2013.
Muchos en la región sospechan de la tendencia divisiva de los acuerdos bilaterales con EEUU y temen que el GCC empequeñezca las economías satélite más pequeñas, fragmentándolas sin ninguna protección contra los gigantes mundiales. El Príncipe Saud Alfaisal, Ministro de Relaciones Exteriores del Reino de Arabia Saudita, declaró: “Es alarmante ver a algunos miembros del GCC entrar en acuerdos separados con los poderes internacionales. . . Ellos disminuyen el poder del trato colectivo y no sólo debilitan en conjunto la solidaridad del GCC, sino también a cada uno de sus miembros”.
Actualización de Jamal Juma’a
“Consolidando el apartheid israelita: El papel del Banco Mundial” fue escrito el último verano como parte de la campaña Parar la Pared y los esfuerzos por aumentar la atención de quienes se muestran horrorizados por la construcción del muro de 700 km de largo alrededor de las ciudades y pueblos de Palestina. El texto apuntó a exponer el mecanismo vicioso de control, explotación y despojo inventado por la ocupación, pero sobre todo las actividades de la comunidad internacional salvaguardando la pared y haciendo sustentables los ghettos palestinos.
Todo esto abre un capítulo en una historia que nadie quiere oír: la globalización tipo apartheid en la ocupación de Palestina. El sionismo tiene su propio interés racista en la getización de 4 millones de palestinos en Gaza y en la Banda Oriental, afianzando la judaización de Jerusalén. Se asegura una mayoría demográfica judía y la supremacía étnica muy por encima de una Palestina posible, trabajando contra todas las resoluciones de la ONU y los recientes dictámenes de la ICJ contra la pared.
Dentro de este proyecto encuentra aliados en la comunidad internacional dispuestos a explotar la mano de obra barata del palestino encerrado detrás de las paredes y de las puertas. Desde la publicación del artículo en Left Turn ha llegado a ser cada vez más evidente el grado en que trabajan juntos el sionismo y la comunidad internacional, dirigidos por el Banco Mundial, con la mira de controlar cada aspecto de la vida palestina.
El papel de la Autoridad Palestina (AP) se reduce a ser la administradora del batustán (4). El pueblo palestino le dijo NO a los batustanes en las elecciones del pasado mes de enero. Mientras que la responsabilidad inicial del banco era idear las políticas económicas para la sustentabilidad de un Bantu-Estado Palestino, la institución ahora está facilitando esfuerzos para asegurarse de que los palestinos no pueden interferir en los planes de la ocupación y de la comunidad internacional. El Banco Mundial es un engranaje preparado para asumir hasta el control de las nóminas de pago de varias instituciones palestinas si la AP no se somete a los intereses sionistas y globales.
Mientras las IFIs (Instituciones Financieras Internacionales) planean meticulosamente la supervivencia financiera y material y el control político de los ghettos, el primer ministro israelí Ehud Olmert ofrece el eslogan de 'Fronteras Finales' para describir el proyecto. En la legitimación de la pared, la anexión de Jerusalén, el aumento del número de colonos y la mera negación de la existencia de los refugiados, Olmert encuentra a un cómplice dispuesto en el banco y sus fabricantes de políticas en Washington ansiosos por hacer dinero adentro del Bantu-Estado.
El horror no es noticia
El pueblo palestino nunca aceptará el plan, del que sólo espera hambre. Pero no nos someteremos de rodillas. Después de docenas de masacres, de matanzas, de detenciones y de casi 60 años viviendo en la diáspora, ofrecen un precio demasiado alto a pagar. No estamos pidiendo a las instituciones exteriores proveernos de nuestro pan, pero exigimos sus deberes bajo el derecho internacional y apoyo a nuestra lucha por la justicia y la liberación.
Ninguna de las horroríficas realidades de la vida en Palestina se hacen evidentes en los titulares y en el doble discurso de los medios de comunicación y de la diplomacia internacional, donde nuestra getización se llama 'edificación del estado'. La complicidad internacional con el apartheid israelí se encubre con el ropaje de la 'ayuda humanitaria.' Suponen que los palestinos están agradecidos de las puertas en la pared para que así puedan ser concentrados en los ghettos.
Justo como los esquemas de Olmert con la Casa Blanca, los medios de comunicación evitan y descuidan los derechos y voces palestinas. No hacen titulares ni la matanza diaria de nuestra gente, ni la destrucción de nuestros hogares, el despojo de nuestros granjeros o los sufrimientos de 6 millones de refugiados. Al debate de los consumidores de los grandes medios se les deja discutir la diatriba de la 'paz' y de las 'fronteras', disputada entre los protagonistas de nuestra opresión, mientras continúan el racismo, la limpieza étnica y la guetización.
Entretanto, en su informe “Estancamiento o renacimiento: Retirada israelita y perspectivas económicas palestinas”, el más reciente sobre Palestina, publicado en diciembre de 2004, el Banco Mundial ha bosquejado la armazón para un Area de Libre Comercio Palestina - Oriente Medio Palestina (MEFTA, en inglés).
Lo central de las propuestas del banco es la construcción masiva de zonas industriales controladas por la ocupación israelita y financiadas por el mismo Banco Mundial y otras fuentes. Construidas en tierra palestina pero alrededor de la pared, el banco visualiza esas zonas industriales como la formación de la base para un desarrollo económico orientado a la exportación. Los palestinos encarcelados por el muro y desposeídos de su tierra podrían ponerse a trabajar por salarios bajos.
La visión post muralla del MEFTA incluye el control completo sobre del movimiento palestino. El informe propone puertas militares de alta tecnología y puntos de control a lo largo de la pared por donde podrán circular, convenientemente controlados, los palestinos y las exportaciones. Un 'sistema de transferencia' suplementario de caminos amurallados y túneles para los obreros palestinos permitirán el acceso subterráneo a sus trabajos, negándose, entretanto, el acceso simultáneo a su tierra. La explotación fabril será uno de las muy pocas posibilidades de ganarse la vida para los palestinos confinado a los ghettos dispares a lo largo de la Banda Oriental.
El Banco Mundial declaró: “En un ambiente operacional mejorado, los empresarios palestinos y los inversionistas extranjeros dispondrán de tierra industrial bien acondicionada con infraestructura de apoyo. También serán atraídos por un régimen regulador con un mínimo de 'papeleo' y procedimientos claros para emprender los negocios. Las zonas industriales, particularmente aquéllas en la frontera entre el territorio palestino e israelita, pueden cumplir esta necesidad y por eso pueden jugar un importante rol de apoyo al crecimiento basado en la exportaciones'.
Mano de obra barata amurallada
Jamal Juma’a hizo notar que puede presumirse que la ausencia del “papeleo” a que se refiere el Banco Mundial significaría sindicatos, salarios mínimos, buenas condiciones de trabajo, protección del ambiente y otros derechos obreros que serían más 'flexibles' que los existentes en el mundo “desarrollado”. El Banco Mundial declaró explícitamente que los salarios actuales de los palestinos son demasiado altos para la región y “el compromiso de competitividad internacional”, aunque tales sueldos sólo alcanzan al 25% del jornal promedio en Israel. Juma’a advierte que junto con la ocupación militar y la expulsión forzada, los palestinos son sujetos de un colonialismo económico.
Estas zonas industriales beneficiarán claramente a Israel en el extranjero porque las mercancías “Made in Palestine” tendrían condiciones de comercio más favorables en los mercados internacionales. El reportero Emad Mekay, de International Press Service (IPS), reveló en febrero de 2005 que el Banco Mundial planea consolidar parcialmente la infraestructura del MEFTA palestino con préstamos a Palestina. Israel no tiene derecho a préstamos del banco debido a su alto ingreso per cápita, pero Palestina es elegible. Mekay citó a Terry Walz, del Consejo para el Interés Nacional, un grupo de Washington que monitorea la política internacional de EEUU hacia Israel y Palestina: “Debo admitir que es una vergüenza hacer pagar a los palestinos por la modernización de estos puntos de control, puesto que para empezar ellos no tienen nada que hacer con la erección de la pared de separación y de hecho la han rechazado. Pienso que el problema entero es sumamente oscuro” (3).
Mekay siguió haciendo notar que ésta es la primera vez que el Banco Mundial aparece dispuesto a involucrarse activamente en la ocupación israelita de tierra palestina. El anterior presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, rechazó esta posibilidad el año pasado, sin embargo, el neo conservador Paul Wolfowitz fue confirmado como presidente del Banco Mundial el 1 de junio de 2005.
Abriéndose del dictamen de la ICJ, EEUU ya ha contribuido con 50 millones de dólares para construir los pasos a lo largo de la pared “para ayudar a servir las necesidades de Palestina'.
Linda Heard informó para la cadena televisiva Al-Jazeerah que EEUU actualmente está presionando por Acuerdos de Libre Comercio bilaterales (FTAs, en inglés) con varios estados árabes, incluso los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, en inglés), como parte de su visión para un Acuerdo de Libre Comercio del Oriente Medio mucho más grande. El Presidente Bush espera que el MEFTA abarque a unos veinte países regionales, incluido Israel, y esté consolidado totalmente hacia 2013.
Muchos en la región sospechan de la tendencia divisiva de los acuerdos bilaterales con EEUU y temen que el GCC empequeñezca las economías satélite más pequeñas, fragmentándolas sin ninguna protección contra los gigantes mundiales. El Príncipe Saud Alfaisal, Ministro de Relaciones Exteriores del Reino de Arabia Saudita, declaró: “Es alarmante ver a algunos miembros del GCC entrar en acuerdos separados con los poderes internacionales. . . Ellos disminuyen el poder del trato colectivo y no sólo debilitan en conjunto la solidaridad del GCC, sino también a cada uno de sus miembros”.
Actualización de Jamal Juma’a
“Consolidando el apartheid israelita: El papel del Banco Mundial” fue escrito el último verano como parte de la campaña Parar la Pared y los esfuerzos por aumentar la atención de quienes se muestran horrorizados por la construcción del muro de 700 km de largo alrededor de las ciudades y pueblos de Palestina. El texto apuntó a exponer el mecanismo vicioso de control, explotación y despojo inventado por la ocupación, pero sobre todo las actividades de la comunidad internacional salvaguardando la pared y haciendo sustentables los ghettos palestinos.
Todo esto abre un capítulo en una historia que nadie quiere oír: la globalización tipo apartheid en la ocupación de Palestina. El sionismo tiene su propio interés racista en la getización de 4 millones de palestinos en Gaza y en la Banda Oriental, afianzando la judaización de Jerusalén. Se asegura una mayoría demográfica judía y la supremacía étnica muy por encima de una Palestina posible, trabajando contra todas las resoluciones de la ONU y los recientes dictámenes de la ICJ contra la pared.
Dentro de este proyecto encuentra aliados en la comunidad internacional dispuestos a explotar la mano de obra barata del palestino encerrado detrás de las paredes y de las puertas. Desde la publicación del artículo en Left Turn ha llegado a ser cada vez más evidente el grado en que trabajan juntos el sionismo y la comunidad internacional, dirigidos por el Banco Mundial, con la mira de controlar cada aspecto de la vida palestina.
El papel de la Autoridad Palestina (AP) se reduce a ser la administradora del batustán (4). El pueblo palestino le dijo NO a los batustanes en las elecciones del pasado mes de enero. Mientras que la responsabilidad inicial del banco era idear las políticas económicas para la sustentabilidad de un Bantu-Estado Palestino, la institución ahora está facilitando esfuerzos para asegurarse de que los palestinos no pueden interferir en los planes de la ocupación y de la comunidad internacional. El Banco Mundial es un engranaje preparado para asumir hasta el control de las nóminas de pago de varias instituciones palestinas si la AP no se somete a los intereses sionistas y globales.
Mientras las IFIs (Instituciones Financieras Internacionales) planean meticulosamente la supervivencia financiera y material y el control político de los ghettos, el primer ministro israelí Ehud Olmert ofrece el eslogan de 'Fronteras Finales' para describir el proyecto. En la legitimación de la pared, la anexión de Jerusalén, el aumento del número de colonos y la mera negación de la existencia de los refugiados, Olmert encuentra a un cómplice dispuesto en el banco y sus fabricantes de políticas en Washington ansiosos por hacer dinero adentro del Bantu-Estado.
El horror no es noticia
El pueblo palestino nunca aceptará el plan, del que sólo espera hambre. Pero no nos someteremos de rodillas. Después de docenas de masacres, de matanzas, de detenciones y de casi 60 años viviendo en la diáspora, ofrecen un precio demasiado alto a pagar. No estamos pidiendo a las instituciones exteriores proveernos de nuestro pan, pero exigimos sus deberes bajo el derecho internacional y apoyo a nuestra lucha por la justicia y la liberación.
Ninguna de las horroríficas realidades de la vida en Palestina se hacen evidentes en los titulares y en el doble discurso de los medios de comunicación y de la diplomacia internacional, donde nuestra getización se llama 'edificación del estado'. La complicidad internacional con el apartheid israelí se encubre con el ropaje de la 'ayuda humanitaria.' Suponen que los palestinos están agradecidos de las puertas en la pared para que así puedan ser concentrados en los ghettos.
Justo como los esquemas de Olmert con la Casa Blanca, los medios de comunicación evitan y descuidan los derechos y voces palestinas. No hacen titulares ni la matanza diaria de nuestra gente, ni la destrucción de nuestros hogares, el despojo de nuestros granjeros o los sufrimientos de 6 millones de refugiados. Al debate de los consumidores de los grandes medios se les deja discutir la diatriba de la 'paz' y de las 'fronteras', disputada entre los protagonistas de nuestra opresión, mientras continúan el racismo, la limpieza étnica y la guetización.
1) Autores fuente: Linda S. Heard, escritora y columnista independiente, colaboradora de la cadena de TV Al-Jazeerah, ha trabajado como editora de revistas en Dubai, Bangkok y Beirut. En la actualidad, sus trabajos aparecen regularmente en Gulf News, Arab News, Ahram Weekly y Counterpunch. Jamal Juma’a es coordinador de la campaña popular contra el Muro del Apartheid en Palestina. Conduce una coalición de organizaciones cívicas contra la cerca que representa a numerosas organizaciones civiles importantes en la sociedad palestina y sobre 60 comités populares regionales a través de Palestina ocupada. Para más información, vea www.stopthewall.org.2) Paul Wolfowitz, segundo hombre del Pentágono e ideólogo de la invasión a Irak, pasó a dirigir el Banco Mundial en junio de 2005 cambiándole la prioridad a la lucha contra la pobreza por una pretendida lucha contra la corrupción y suspendiendo créditos aprobados a Kenya, Bangla Desh, India y Camerún.3) Emad Mekay, “World Bank and U.S.: Palestinians Should Pay for Israeli Checkpoints,” IPS, February 25, 2005. 4) Batustán: confinamientos creados en Sudáfrica durante el Apartheid impuesto por el racismo blanco, para segregar a los negros haciéndoles creer que se autogobernaban de manera independiente.(*) Proyecto Censurado (Project Censored) es un programa a cargo del profesor de sociología Peter Phillips, de la Universidad Sonoma State de California, que desde hace 30 años emite un estudio anual sobre las 25 grandes noticias “top” ocultadas por la gran prensa de EEUU. Estas “25 historias top” sobre grandes temas sustraídos del debate periodístico ofrecen una radiografía actualizada de la sociedad estadounidense y la política exterior de EEUU, cuyo conocimiento permite comprender mejor los designios del imperio. Los textos completos pueden verse (en inglés) en http://www.projectcensored.org/censored_2007/index.htm#1.
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