Wednesday, September 27, 2006

Crímenes de Guerra: Un millón de bombas en Líbano

La vergüenza de la pasividad mundial frente a una invasión injustificada que dejó miles de muertos ha de continuar por mucho tiempo. Israel, como hemos venido denunciando este último tiempo, ha dejado varias secuelas tras su invasión al Líbano. Los muertos serán recordados por siempre, el país debe ser reconstruido desde las cenizas, pero además, debe lidiar con los restos de la barbarie sionista. Da la impresión que la ONU y la comunidad internacional en general tuviese una presencia permanente en la resolución del conflicto, sin embargo, la poca disposición de sus miembros a castigar a Israel ha convertido al organismo en un mero espectador de las masacres israelíes.

Aún cuando se ha cumplido el plazo formal para la retirada sionista del Líbano, todavía quedan sectores invadidos y probablemente tampoco terminen retirándose de las granjas de Sheeva, sector que tenían bajo su control antes de la invasión.

En medio de esta situación, los habitantes del Líbano se han encontrado con cientos de peligros para sus vidas producto de los restos de esta macabra invasión. Hasta un millón de bombas contenidas en los explosivos de tipo racimo permanecen sin detonar en el sur de Líbano como resultado la invasión israelí, de acuerdo con Naciones Unidas. Según los cálculos de la ONU 40% de ese tipo de bombas -colocadas por Israel- no han detonado, lo cual podría retrasar hasta dos años el retorno a casa de unos 200.000 desplazados. Desde el establecimiento del cese el fuego entre Israel y Hezbolá, el 14 de agosto pasado, las bombas han ocasionado la muerte de 14 personas y han dejado heridas a otras 90.
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Chris Clark, quien está al frente del Centro de Coordinación de la ONU para el Desminado, declaró que Israel ha fallado en proporcionar información útil sobre la ubicación de los explosivos, la cual es fundamental para desactivarlos. Estas bombas, "siguen representando el principal obstáculo para cualquier reconstrucción" en el sur de Líbano, según Clark. El funcionario añadió que la situación "afecta a las personas que quieren volver a sus casas, limpiar todos los escombros y volver a la normalidad".
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El mes pasado, el coordinador de la ONU para Ayuda Humanitaria, Jan Egeland, reveló que 90% de las bombas racimo en Líbano fueron dejadas por Israel en las últimas 72 horas del conflicto. Egeland calificó esta acción como un acto "totalmente inmoral". "Por ahora, la prioridad es localizar y marcar las zonas en las que hay explosivos para que la población libanesa sepa claramente dónde no puede acercarse", dijo el coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU en Líbano, David Shearer.
Hasta ahora se han desactivado más de 40.000 bombas, una tarea calificada por la ONU como lenta y costosa, ya que los artefactos se deben detonar exactamente donde se encuentran. El problema es la localización de estas bombas, que se hallan en los árboles, los bosques y los jardines de las casas", explicó Clark.
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Hoy por la mañana un niño de 9 años murió y otras cuatro personas resultaron heridas en dos explosiones separadas de bombas de racimo en el sur de Líbano, según informaron fuentes de los servicios de seguridad. El menor, Mohamed Hassan Sultan, falleció en el acto cuando el artefacto estalló cerca de su casa en la localidad de Sawwaneh, a unos 17 kilómetros al norte de la frontera israelí. Otros tres hombres resultaron heridos en la explosión, según las citadas fuentes, que pidieron el anonimato. En Qaaqayiet al Jisr, a unos 10 kilómetros más al norte de Sawwaneh, una mujer de 36 años resultó herida por la explosión de otra bomba de racimo.[4]

Pero los crímenes continúan. Los soldados israelíes han recibido instrucciones de disparar contra los libaneses que les lanzan piedras en la frontera si consideran que su vida corre peligro, según indicó hoy el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Dan Halutz.
En su reunión de hoy, los ministros israelíes expresaron su malestar por el incidente ocurrido el viernes en el que varios partidarios de la milicia chií libanesa Hezbolá lanzaron piedras contra los soldados israelíes en la frontera. Algunos de los ministros incluso criticaron que el Ejército no respondiera a la “violenta protesta”. Halutz indicó a los ministros, según algunos asistentes a la reunión, que ha dado órdenes a los soldados de que disparen en su defensa contra los libaneses que les tiran piedras.
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Por otra parte, el ministro israelí Gideon Ezra consideró hoy que la situación en Líbano degeneró porque Israel no respondió al despliegue de Hezbolá en la frontera tras la retirada israelí del sur de Líbano en mayo de 2000. Israel no debería cometer el mismo error tras su salida de esta región esta vez, previno. "No podemos aceptar ningún despliegue de Hezbolá en la frontera, no con piedras, no con banderas, no con nada más", declaró Ezra a la radio israelí. "No volveremos a la misma situación que tuvimos antes, está prohibido que aceptemos dicha tendencia, incluso si significa que tenemos que emprender acciones", agregó.
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Evidentemente, en Israel se ha intentado tapar el sol con un dedo mostrando a toda costa que Israel tiene la capacidad militar para derrotar a Hezbolá, cuando, en lugar de aquello, el Mundo Árabe tiene la percepción que el movimiento salió victorioso en su lucha por la liberación de su patria.

[1] BBC Mundo, 27 de septiembre, 2006.
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] ATB-e.com, 27 de septiembre, 2006.
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.

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