Thursday, November 30, 2006

Después de 50 años, ningún niño de los campamentos de refugiados de Nablus ha olvivado su aldea de origen

(Fuente: International Middle East Media Center, 30 de noviembre, 2006)
Casi cinco décadas han pasado y millares de refugiados palestinos en tres campos del norte de Cisjordania no ven signos de una mejora en el horizonte.

Askar, Al Ein, y el campamentos para refugiados de Balata están en el lado oriental de Nablus, una ciudad antigua que ha experimentado una campaña diaria de invasiones israelíes desde el principio de la Intifada en 2000. La dura realidad de la vida en los campos de Nablus ha atraído a investigadores y observadores, interesados por sus conflictos políticos, económicos y sociales.

El investigador Sabri Zukan indica que el sufrimiento de los refugiados empezó en 1948 (año en que se declara el nacimiento del Estado de Israel en Palestina) momento en que muchos palestinos fueron expulsados de sus tierras y se establecieron en campos en Cisjordania, la franja de Gaza, y a través del Oriente Medio.

Khalid Mansour es uno de los responsables de los servicios básicos en los campos por su posición en la Agencia para la Ayuda a los Refugiados de Naciones Unidas (UNRWA). Los individuos, los partidos, la administración municipal, la Autoridad palestina, y la Organización de la Liberación de Palestina ayuda también a los refugiados, pero oficialmente el trabajo pertenece al UNRWA.

El campamento para refugiados de Askar fue establecido en 1950 y es el único de los campos que recibió permiso para aumentar su espacio, pero sigue siendo pequeño. En 1964 Askar fue ensanchado 90 dunams. Un dunam iguala 1.000 metros cuadrados.

Ahmed Abu Rajab, de setenta años de edad, vive en el campamento de refugiados de Balata. Él se asegura de que sus nietos no se olviden de su tierra original ni de su dignidad. El maestro de la escuela del campamento para refugiados de Balata, Mohammad Abu Laila, dijo que cuándo los estudiantes son preguntados por los nombres de sus aldeas originales, cada niño sabe muy bien de donde proviene.

El campamento para refugiados de Balata está localizado en la zona oriental de la Ciudad de Nablus y tiene su nombre por una aldea vecina que entregó una extensión para los refugiados. En aquel momento, 7.000 refugiados fueron colocados en un pequeño terreno. Ahora hay 22.045 personas en el mismo pedazo de la tierra, según las estadísticas de UNRWA. La mayor parte de las familias vienen de 25 aldeas distintas que ahora se encuentran dentro de las fronteras israelíes.

El coordinador del Comité para la Defensa de los Derechos de los Refugiados palestinos, Nasrallah, dijo que cuando la idea de la compensación por la expulsión sufrida ha sido discutida, aunque nunca se ha propuesto oficialmente, la idea ha sido rechazada categóricamente. "Actualmente ni siquiera se ha comenzado a trabajar alguna solución para el problema de los refugiados palestinos".

Ahmed Masimi de sesenta y cinco años de edad dijo que un pequeño pedazo de la tierra no compensa sus "las montañas y valles donde vivía que valen más que cualquier cantidad de oro". Para Ahmed, quien acepte una compensación a cambio de las tierras usurpadas por Israel es “un traidor a nuestra patria".

El campamento de refugiados de Ein Beit El Ma, o Al Ein, fue establecido en 1950 en un área de 45 dunams. La población fue en aquel momento de 450 personas, ahora tiene 6.500 refugiados palestinos.

Abu Khadija Hadira de cincuenta y cinco años de edad dijo a PNN (Palestine News Network), "Cuando a mis niños les preguntan de donde ellos son, ellos no dicen que son del campamento para refugiados de Al Ein, sino de la aldea en la cual vivíamos".

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